la Madre que ofrece sus dones con total generosidad,
aire, tierra, agua, fuego,……. alimentos, fuentes de energía, materias primas….
Y
el hombre,
un tipo muy listo, que ha aprendido a utilizar, manipular y
transformar estos dones
para su bienestar.
Pero
la humanidad, en su profunda ignorancia
(listeza y sabiduría son cosas
diferentes) hemos cortado el flujo generoso,
introduciendo un virus en el
sistema, un foco de infección: la Codicia.
Codicia,
el germen de la sociedad en que vivimos, la sociedad del abuso y la
desigualdad.
Pero
toda infección sigue un proceso que termina en el absceso,
la supuración
purulenta, la regeneración posterior de los tejidos y su nueva armonización
con
el cuerpo del que forman parte.
Es
en esta primera fase de curación (la supuración) en la que estamos inmersos en
estos tiempos.
Pero
sin ningún tipo de duda el proceso es natural
e irreversible,
la curación inevitable y la sanación el único final posible.
SUERTE
Enric
Barbat
31.01.2011
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